Bienvenido a esta última sesión programada de tus terapias… por ahora. En esta ocasión, las 9 vidas en las que te has inmergido se unen en una sola, última, terapia auditiva. Es hora de que analicemos juntos tu mente… la mente del que escucha. Tu nombre, en esta ocasión, es tu nombre. Y tus historias, son todas las historias.

Te dicen el Hombre del bastón, el Destino, el Mago. Se equivocan. Mirar la luz no te hace sol; saber de dónde sale el conejo, no es hacer magia; sostener algunas riendas del destino no impide que se desboque. Ahí en tu mundo nada transcurre en vano, esa idea te horroriza. Son dos tonos que no suenan bien juntos: azar y destino. Al final, era como si alguien estuviera jugando contigo a que juegas con la gente.

Tu nombre es tu apellido, Macías, todos te dicen así. En tu obscura oficina está una mujer atractiva. El investigador privado y la mujer bella, te gustan los lugares comunes -y usar la gabardina y el sombrero. Es un caso que tiene por misterio lo obvio. Lo tomas, pero solo para avanzar en la verdadero intriga, la de la logia, la que poco a poco a unido los pedazos rotos de un espejo.

Siete. Turno de Inés. Recuerda cuando tu respiración se hacía burbujas, cuando tu vestido desafiaba la gravedad cayendo hacia arriba. Sentiste tu final y te surgió el horror del olvido, el pánico del sinsentido de una biografía que apenas rebasaba en años la decena. Y en ese punto, recuerdas, tu historia cambió.

Sexta inmersión. Tu nombre es Tomás, toma el díván. Repasaremos cómo hace unos meses eras el ejecutivo al mando de una compañía, con la mezcla ideal de ambición y talento, y lo que te llevó a estar en ese callejón, olvidando el temple y tu cordura.

Llegaste a la mitad de tus inmersiones de esta primera temporada. Tu nombre es Matilde. Tienes el don de ralentizar el tiempo cuando tu corazón llega a los 145 latidos. Aprovechas esto para imaginar las historias de otras personas, nunca de la tuya propia. Sin embargo, has decidido por primera vez dejar de imaginar y seguir a un hombre con bastón para ver a dónde llega esa historia.

Antonieta, ese es tu nombre en esta sesión. Tienes 22 años. Te califican de “linda”, de “tierna”, de “ya encontrarás marido” y tú te conoces como “la soledad” o “la esperanza”. No te gusta la monotonía pero de eso se llenó tu vida, al menos hasta que decidiste que había llegado el momento de jugar a lo probable y lo posible.

Tu nombre es Pablo. A tu edad te aferras a rituales como el santo a su iglesia. Uno de tus favoritos es en definitiva el ver a tu amigo de toda la vida, Jorge, para tomar algo que la vida aún les permita. Pero todo eso está a punto de cambiar cuando Jorge decide responder a un extraño aviso de ocasión.