De Spain a Corea
Un viaje muy…Chick…
Recordando a Chick Corea
Por: Erik Montenegro [Artículo publicado originalmente en la revista Music:Life México y adaptado para Auddiora.]
Chick no daba entrevistas, no importa de donde vinieras o a donde fueras, trabaja bajo tutela de la representación, muchos torcíamos la boca y arqueábamos la ceja cuando desilusionados tomamos el cuadernillo de notas, el micrófono y la grabadora. No le gusta, está cómodo sólo, al frente de las blancas y las negras.
Cuando sube al escenario todos somos transportados….
Es una camisa estampada a flores del Hawai que pudiera aparentar ser dos tallas más grandes; de tal suerte que la manga corta se convierte en una ¾ cual corte inglés sofisticado, lo que provoca un constante onduleo a la hora de agitar las manos y los dedos puestos en el piano…
Es el oriundo de Chelsea, Massachussets el portador de tan distintiva prenda, de nombre Armando Anthony Corea, el mismo que está acreditado en materiales básicos en el mundo del jazz como el Bitches Brew de Miles Davis, el memorable Soul Burst al lado de Cal Tjader allá en el 66, o la tocada en vivo en el Village Vanguard alineando con Dizzy Gillespie un año más tarde (1967).
Chick Corea, como mejor responde cuando a él se refieren, arranca su propia historia tejida por dedos prodigiosos de cuatro años de edad mientras escuchaba a Horace Silver y Bud Powell. Movía la cabeza a ritmo de Cab Calloway y descifraba la sustancia latina de Mongo Santamaría y Willie Bobo en los sesentas como parte de las bandas.
Era la silueta pequeña que se dibujaba atrás, al piano, en el extremo izquierdo, en el banquillo de la experiencia, cuando al centro veíamos y escuchábamos a Sarah Vaughan. Faltaría muy poco para que chocara la palma de la mano en franco relevo a Herbie Hancock quien abandona las filas de Miles Davis en búsqueda de la soledad.
Chick comienza a desarrollar las aptitudes eléctricas que tiempo después se convertirían en huella digital indeleble de su paso por la música: Filles de Kilimanjaro, uno más con Davis; y el camino hacia Return to Forever, banda de corte brasileño y olor a contacto de 120 volts cocinada a fuego lento por la mano de Stanley Clarke, Flora Purim (quien por cierto bien vale el gasto a la hora de encontrarse algún álbum en solitario), Joe Farell, y Airto Moreira.
Chick se acomoda las gafas con el índice derecho y decide subirle a la descarga, 240 volts y formato de power quartet. Ahora Return to Forever (RTF) se convierte en una banda de fusión (Stanley Clarke, Bill Connors –sustituído más tarde por Al DiMeola, Lenny White y un casi irreconocible Chick le tunden al rock con improvisación jazzera.
Si usted lo desea y ahora le parece una buena idea desempolvar ese álbum de RTF para seguir leyendo estas líneas y recordar a el maestro Corea bien acompañado; estamos de acuerdo, solo que no puedo evitar advertirle que desafortunadamente se encontrará con una mala añada, un buen vino que no envejeció bien, atrapado en su esencia y condenado a morir junto a la banda, a finales de los 70’s.
Éste, es un extraño fenómeno que usualmente es acompañado por bandas que utilizaron los avances tecnológicos eléctricos, sintetizadores y sonidos retro-espaciales que creaban atmósferas progresivas de experimentación. En los 70’s estos sonidos burbujearon en los oídos de los fanáticos que buscaban más y mejores cosas, se lo bebieron todo, y después de más de treinta años ahora es un caldo avinagrado que conservamos por la importancia histórica que representa.
Y es que Chick ya había caminado un buen trecho, y solo así existe la libertad de darse cualquier permiso; su banda: Circle, integrada por Anthony Braxton, Dave Holland y Barry Altschul incursionó en un jazz mucho más moderado y conservador, el piano acústico de Corea apuntaba hacia un avant-garde multicitado varios años después.
Chick ya había tocado para entonces con Stan Getz, Herbie Mann, Roy Hanes y muchos otros. Aún estarían por venir los duetos (que aún realiza por cierto –y que son altamente recomendables) con Gary Burton o con Herbie Hancock, un cuarteto con el recién desaparecido Michael Brecker, tríos con Miroslav Vitous, y muchos tributos a los consagrados de toda la vida. Todo, para tener una base sólida y argumentos suficientes para escuchar con todo detenimiento el clásico Spain, o aquellas como: Windows, Wind Danse, Moment’s Notice, La Fiesta… para gozar y subirle…
Una vez hecho esto, ahora si dispongámonos a escuchar al Maestro Corea que no muchos aprecian, The Elektric Band es más que nueva fusión, es experimentación absoluta y semillero de vertientes sincopadas: Patitucci, Gambale, Weckl, y Marienthal y para crear un balance, la semilla del Akustic Trío con Patituci y Weckl , ambas bandas legendarias que siguen cosechando aplausos de vez en vez en los mas importantes escenarios del planeta.
Ahora Chick presenta una especie de Performance en donde lo visual juega un papel importante, la ciencia ficción cobra nuevas dimensiones cuando la Elektric Band se reúne con los miembros originales para darle mayor realce al asunto. Chick es el Navegante de lo acústico,así también de los Sintetizadores en tres niveles y sin problemas cambia al de co-piloto cuando acompaña al vibráfono o incluso a otro piano de cola que se monta justo frente al propio.
Fue en una silla de playa, sin grabadora ni preparación alguna de entrevista donde al fin pude cruzar tres palabras con Chick pocos meses antes de su muerte. Se preguntaba sobre los retos de montar un escenario en medio de la arena. Atiné a contarle los preparativos previos, la llegada de los trailers y las noches en vela del equipo.
Con la pierna cruzada solo sonreía. Daba la impresión de que pedía estar a solas de nuevo sin decir palabra alguna. Esa impresión cambiaba cuando se encontraba a algún colega en un mismo festival, se convertía en otra persona. Así también detrás del piano. Así nos tomó por sorpresa. Así todo el mundo impávido frente a su partida. Había terminado la hora de cruzar el espacio sideral y bailar la rumba a su lado.
Así que comprenderá usted que; después de todo esto, la camisa dos tallas más grande con flores hawaianas es simplemente…lo de menos.
Para Gozar a Chick Corea mezclando blancas y negras:
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Tones for Joan’s Bones / 1966 / Atlantic / Primer album como líder
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Is / 1969 / Solid State
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My Spanish Heart / 1976 / Polydor
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Chick Corea and Gary Burton in Concert / Zurich, Octubre 28 1979 / ECM
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Eye of the Beholder / 1988 / GRP
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Rendezvous in New York / 2003 / Stretch
Para desmentir al articulista:
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Return to Forever / No Mistery / 1975 / Polydor
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Return to Forever / Musicmagic / 1979 / Columbia
Para subirse a su nave especial:
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Chick Corea’s Elektric Band / Eye of the Beholder / 1988 / GRP
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Chick Corea’s Elektric Band / Inside Out / 1990 / GRP