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Uno de mis festivales favoritos en los años recientes es el Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México (MACABRO FICH). Ha sido capaz de generar un ambiente particular no solo en las sedes donde ha sido presentado sino que, como los virus de moda se ha esparcido fácilmente.
Oaxaca es, afirmó Andrés Henestrosa, “la tierra de los hombres que dispersó la danza”. Unida a la historia del origen zapoteca de los pueblos del istmo, esta sentencia postula el destino de seres que, como en el caso de Lukas Avendaño, son llevados por la danza a los confines europeo, oceánico, norteamericano del mundo. Otro apunte sobre el origen: Lukas es probablemente el artista muxe más destacado en la actualidad.
El Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) publicó como cada año su Anuario Estadístico, esta vez correspondiente a 2019. Aparece justo en medio de la batalla en redes sociales y medios de comunicación que libró la comunidad cinematográfica, principalmente productores, directores, actrices y actores, guionistas, periodistas que en menos de 24 horas de recio activismo consiguieron un diálogo supletorio del que se había dado apenas con la directora del propio Instituto, María Novaro a quien la iniciativa del partido oficial dejó colgada de una brocha con muy poquitos pelos.
Está vigente la oportunidad de participar en el rescate de cuatro proyectos independientes, de emprendedores jóvenes de esos que hacen las cosas más por “amor al arte” que por una consolidación comercial.
Todo cambiará para que parezca que nada cambió. La tendencia irreversible incluso antes del virus nos mantenía en casa mirando Netflix. La verdad es que cada mes íbamos menos veces al cine.
Esta tarde no sé qué será lo que quede del mundo tras el derrumbe de los precios del petróleo. Vivo en un país cuyo gobierno le apostó todas sus “estrategias” al milagro petrolero, tal como se vivió a finales de los años setenta. Así que el marco de referencia quizá no daba lugar a un debate sobre la relevancia de la crítica cínematográfica. Yo mismo no soy crítico, pero le tengo gran aprecio personal a algunos.
Abel Rojas
Abel Rojas
Parece que vivimos atrapados en el pasado. O bien que recogemos muchos elementos del pasado (sobre todo culturales, referenciales) para construir un presente menos desagradable y para tener asideras emocionales, algo de donde podamos sujetarnos, constructos que nos hagan percibir una realidad parecida a aquella que evocamos con nostalgia porque la identificamos con la felicidad que tuvimos, y que eso nos ayude para no caer al piso. Eso y super héroes que lleguen a salvarnos.
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Abel Rojas